¿Alguna vez pensaste en convertirte en gerente? ¿Quieres saber lo que se necesita y cómo pasar de tu papel de colaborador individual?

Convertirse en gerente abre todo un nuevo mundo de oportunidades.

Con la mentalidad y las habilidades adecuadas, encontrarás que es interesante, desafiante y gratificante.

Además, conlleva nuevas responsabilidades y, por lo general, una mayor remuneración (¡lo cual siempre es agradable!).

Tanto si acabas de empezar a pensar en convertirte en gerente, como si ya sabes que quieres serlo desde hace tiempo, estamos aquí para ayudarte.

1) Convertirse en gerente por las razones correctas

Llegar a ser gerente requiere la voluntad de aprender cosas nuevas, muchas cosas nuevas, y ser desafiado.

Es un cambio de carrera tanto como un ascenso, así que asegúrate de que convertirte en gerente es lo que realmente quieres.

Hay muchas razones por las que podrías querer ser gerente, pero sólo algunas de ellas son buenas razones.

Si no tienes cuidado, puedes terminar en un trabajo que no te guste. Considera cuidadosamente estas razones, para que tomes la decisión correcta.

Lo haces por el reto de ayudar a los demás y aprender nuevas habilidades, NO por el dinero.

Los gerentes que toman la posición por el dinero tienden a tener una variedad de problemas y eventualmente fallan.

En primer lugar, a menudo siguen haciendo su antiguo trabajo, en lugar de aceptar las responsabilidades y tareas de ser un gerente.

Luego, mientras luchan, traen una mala actitud a su equipo que con el tiempo también hace infelices a todos los demás. A medida que las cosas empeoran, se esconden de los problemas que podrían resultar en la pérdida de su posición (y del dinero que pensaban que querían).

No hay nada de malo en que les guste el aumento de sueldo. Sin embargo, tu principal razonamiento para querer ser gerente debe ser algo más profundo.

Las buenas razones para convertirse en gerente incluyen el deseo de crecimiento, el desafío o simplemente la satisfacción que se obtiene al asumir nuevas responsabilidades o al construir y ayudar a otros.

Te gusta trabajar y ayudar a la gente

Ser gerente es trabajar con los demás y apoyarlos. Si te gusta trabajar con otros, eres un candidato natural para la gerencia.

Si no, probablemente no sea adecuado para ti ya que huirás de los momentos en que más te necesiten y tu equipo tratará de llegar a ti.

Cuando las personas asumen funciones de dirección sin el deseo de ayudar, colaborar y ayudar a solucionar problemas dentro de un equipo, se están preparando para el fracaso.

Un gerente que huye de estas cosas puede hacer que las personas se sientan traicionadas; no saben a quién acudir en busca de ayuda, y entonces los problemas se enconan y crean una deuda de gestión.

Los problemas de otras personas se convierten en cosas en las que tienes que pensar si quieres ser un manager. No podrás resolverlos todos, pero tendrás que querer entenderlos para poder ayudar donde debas.

Estás dispuesto a renunciar a ser un colaborador individual

Para ser un buen gerente, debes pasar de ser un colaborador individual a alguien que se centre en cómo puede mejorar su equipo.

En el núcleo, te conviertes en un multiplicador (más sobre esto más adelante).

Este es un cambio de mentalidad crítico, ya que es la diferencia entre una hora extra de productividad aquí y allá para ti vs. docenas de horas para tu equipo.

Cada vez que te concentras en hacer a tu equipo más efectivo puede conducir a resultados exponenciales porque estás tratando con un equipo entero de personas, en vez de sólo con tu propio rendimiento individual.

Tienes una mentalidad de crecimiento

Una mentalidad de crecimiento es crítica para convertirse en gerente. Tienes que creer que tú (y otros) pueden aprender nuevas habilidades, incluso si empiezan de cero.

Nadie es un natural; todos pueden alcanzar algún nivel de habilidad con el trabajo duro.

Hay mucho que aprender cuando se pasa del trabajo de CI a ser alguien cuyo único objetivo es hacer que un equipo funcione de manera más eficaz.

Si no tienes una mentalidad de crecimiento, va a ser imposible aprender todo lo que necesitas saber para hacer bien tu trabajo.

Mientras los grandes gerentes se arremangan y aprenden, tú pensarás: “No soy bueno en __“. Esto te mantendrá a ti y a tu equipo lejos del éxito que podrían tener.

Lo más importante, como líder, es que también influye en el resto de su equipo.

Si no estás dispuesto a aprender y crecer, tu equipo tomará la iniciativa y será menos probable que acepten el aprendizaje también.

También limitarás sus carreras, ya que sólo les darás trabajo en el que tengan experiencia, en lugar de entrenarlos para que conquisten nuevos desafíos.