Si te enfrentas con la ansiedad de forma regular, la medicación no tiene por qué ser tu único tratamiento.
Para calmar tu mente y reducir el estrés, intenta incorporar estos consejos de autocuidado en tu rutina diaria:
Mueve tu cuerpo. El ejercicio es una parte importante de la salud física y mental. Puede aliviar sus sentimientos de ansiedad y aumentar su sensación de bienestar. Haga de tres a cinco sesiones de entrenamiento de 30 minutos a la semana. Asegúrese de elegir ejercicios que disfrute para que los espere con ansias.
Preste atención al sueño. Tanto la calidad como la cantidad son importantes para un buen sueño. Los doctores recomiendan un promedio de 8 horas de ojo cerrado por noche. Si la ansiedad le dificulta el sueño, cree una rutina que le ayude a dormir:
- Deje las pantallas antes de irse a dormir.
- Intente seguir un horario.
- Asegúrate de que tu cama sea cómoda.
- Mantén la temperatura de tu habitación en el lado fresco.
No consuma demasiada cafeína ni alcohol. Tanto la cafeína, que es “superior”, como el alcohol, que es “inferior”, pueden hacer que la ansiedad se dispare. Redúzcalos o evítelos si puede. Recuerde que el café y los refrescos no son las únicas cosas que contienen cafeína. También puede aparecer en:
- Píldoras de dieta
- Algunos medicamentos para el dolor de cabeza
- Chocolate
- Té
Programe su tiempo de preocupación. Puede parecer un poco anticuado planear la preocupación, pero los médicos recomiendan que elija un momento para pensar en sus miedos a propósito. Tómese 30 minutos para identificar lo que le preocupa y lo que puede hacer al respecto. Haga su “sesión de preocupación” a la misma hora todos los días. No se detenga en los “Y si…”. Concéntrate en lo que realmente te pone ansioso.
Respira hondo. Envía un mensaje a tu cerebro de que estás bien. Eso ayuda a que tu mente y tu cuerpo se relajen. Para sacarle el máximo provecho, acuéstese en una superficie plana y ponga una mano en su vientre y la otra en su pecho. Inspira lentamente. Asegúrate de que te llene el estómago lo suficiente como para sentir que se eleva ligeramente. Sosténgalo por un segundo, luego déjelo salir lentamente.
Sea el jefe de sus pensamientos. Intente convertir cualquier pensamiento negativo en positivo. Imagínese enfrentando sus miedos de frente. Cuanto más lo haga en su mente, más fácil le resultará lidiar con ello cuando ocurra.
Domine los músculos tensos. Relájelos con este simple ejercicio: Elija un grupo de músculos, apriételos durante unos segundos, y luego suéltelos. Concéntrese en una sección a la vez y trabaje en todo su cuerpo. Esto a veces se llama relajación muscular progresiva.
Ayude en su comunidad. Dedique tiempo a hacer cosas buenas por los demás. Puede ayudarle a salir de su cabeza. Ofrézcase como voluntario o realice otro tipo de trabajo en su comunidad. No sólo se sentirá bien al retribuir, sino que también hará conexiones que pueden ser un sistema de apoyo para usted.
Busque los factores desencadenantes. Piense en momentos y lugares en los que note que se siente más ansioso. Escríbalos, si es necesario. Busque patrones y trabaje en formas de evitar o enfrentar los sentimientos de pánico y preocupación. Si conoces las causas de tu ansiedad, eso puede ayudarte a poner tus preocupaciones en perspectiva. La próxima vez, estarás mejor preparado cuando te afecte.
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