Cuando necesitas escribir una carta de presentación para solicitar un trabajo, a veces son las pequeñas cosas las que pueden hacer una gran diferencia.

Cuanto más se acerque tu carta a la perfección, más posibilidades tienes de impresionar al encargado de la contratación.

Sigue estos consejos y técnicas para enviar una carta de presentación de primera categoría, y aumentarás tus posibilidades de conseguir una entrevista.

Selecciona el tipo correcto de carta de presentación

Hay varios tipos de cartas de presentación que pueden ser enviadas a los empleadores y contactos.

Por ejemplo, hay cartas de presentación tradicionales (también conocidas como cartas de solicitud), que se escriben para solicitar puestos de trabajo específicos.

También hay cartas de interés (también conocidas como cartas de prospección), en las que se pregunta sobre posibles puestos de trabajo en una empresa.

Asegúrate de elegir un tipo de carta de presentación que refleje lo que estás solicitando.

Ir más allá del currículum

Tu carta de presentación no debe ser una versión más de tu currículum.

En cambio, esta carta debe proporcionar pruebas específicas de lo que vas a aportar a la empresa.

Para tu carta, escoge dos o tres habilidades que quieras destacar.

Entonces ofrece ejemplos de las veces que has demostrado esos rasgos. Estos ejemplos son los que harán que su carta de presentación sea diferente de su currículum.

Por ejemplo, si quieres destacar tu experiencia y habilidad en la tutoría de niños, proporciona un ejemplo de una vez que hayas tutelado con éxito a un estudiante.

Puedes incluir un momento de enseñanza en particular, cuando fuiste particularmente exitoso.

Siempre que sea posible, incluye números que muestren cómo has añadido valor a las empresas anteriores para las que has trabajado.

En el ejemplo mencionado anteriormente, podrías proporcionar datos sobre cómo mejoraron las notas de tus estudiantes anteriores mientras trabajaban contigo.

Si eres un recién graduado o no tienes mucha experiencia laboral, puedes destacar algunas de tus habilidades transferibles en tu currículum. Proporciona pruebas de proyectos, clases, trabajo voluntario, etc. que demuestren que tienes estas habilidades.

Escribe una carta de presentación personalizada

Un encargado de reclutamiento puede decir rápidamente si has escrito una carta de presentación genérica para cada trabajo.

Esa es una forma rápida de hacer que tu solicitud sea rechazada.

En su lugar, apunta cada letra para que se ajuste al trabajo específico.

La mejor manera de hacerlo es adecuar tus calificaciones al trabajo.

Primero, mira cuidadosamente la lista de trabajos.

Segundo, selecciona dos o tres habilidades, destrezas o experiencias que el trabajo requiera que sepas que tienes.

En tu carta, proporciona ejemplos de las veces que has demostrado cada una de esas habilidades.

Incluye palabras clave de la lista de trabajos en tu carta de presentación también.

Por ejemplo, si en la lista se dice que el candidato ideal tiene experiencia en la “toma de decisiones basada en datos”, se podría incluir un ejemplo de una época en la que se utilizaron datos para tomar una decisión o resolver un problema.

Tómate el tiempo para mostrar tu personalidad y explicar cómo encajarías perfectamente en el puesto y en la empresa.

Puede llevar mucho tiempo escribir una carta de presentación

Personalizada para cada trabajo que solicites, pero es importante tomarse el tiempo y el esfuerzo.

Una carta personalizada ayudará al lector a ver, de un vistazo, que eres una buena opción para el trabajo.

Sé tú mismo

Sin duda quieres que tu carta de presentación sea profesional.

Sin embargo, esto no significa que tengas que usar un lenguaje incómodo y formal.

Evita frases que no se sientan naturales, como “Querido señor o señora” o “Deseo transmitir mi sincero interés en un puesto en su exquisita institución”.

En lugar de eso, usa un lenguaje claro y directo.

También evita las frases cliché y demasiado usadas que los gerentes de contratación están cansados de leer (” go-getter, “team player”, etc.). Reemplaza esas frases con palabras poderosas como “Con Iniciativa” y “colaborador”.

Quieres dar la impresión de ser educado y profesional, pero no falso. No uses un lenguaje que se sienta incómodo o cursi.