La salud mental es algo que todos poseemos. Cuando es buena, tenemos un sentido de propósito y dirección y sentimos que podemos hacer frente a cualquier cosa que la vida (y el trabajo) nos arroje. Pero así como nuestra salud física fluctúa, también nuestra salud mental pasa por altibajos. La sensibilización sobre los posibles problemas de salud mental en el lugar de trabajo forma parte de la promoción de un lugar de trabajo inclusivo, en el que la gente se sienta capaz de llevar todo su ser al trabajo.

Según la organización benéfica de salud mental Mind, en un momento dado, al menos uno de cada seis trabajadores experimenta problemas de salud mental comunes, incluyendo ansiedad y depresión.

En circunstancias normales, todos tenemos momentos difíciles cuando nos sentimos deprimidos, estresados o asustados. Por lo general, esos sentimientos pasan, pero a veces se convierten en ansiedad o depresión. Y algunas personas tienen problemas de salud mental más complejos y de larga duración, como un trastorno alimentario, el trastorno bipolar o la esquizofrenia. Todos ellos pueden afectar a nuestra capacidad de participar y rendir en el trabajo a un nivel alto y constante.

El diagnóstico tampoco es siempre un predictor de la experiencia de un individuo, por lo que como gerentes y colegas es importante no sacar nunca conclusiones precipitadas. Por ejemplo, algunos esquizofrénicos llevan vidas plenamente funcionales, mientras que otros que viven con ansiedad se ven gravemente afectados por su condición.

El bienestar en el lugar de trabajo, por lo tanto, se refiere al objetivo empresarial de vigilar y luego mejorar la salud mental colectiva del lugar de trabajo, de modo que todos se sientan apoyados e incluidos, en particular en los momentos más difíciles.

  • El trabajo es bueno para la salud mental, pero un ambiente de trabajo negativo puede conducir a problemas de salud física y mental.
  • La depresión y la ansiedad tienen un impacto económico significativo; el costo estimado para la economía mundial es de 1 billón de dólares al año en productividad perdida.
  • El acoso y la intimidación en el trabajo son problemas que se denuncian con frecuencia y pueden tener un efecto adverso considerable en la salud mental.
  • Las organizaciones pueden adoptar muchas medidas eficaces para promover la salud mental en el lugar de trabajo; esas medidas también pueden beneficiar la productividad.
  • Por cada dólar gastado en la ampliación del tratamiento de trastornos mentales comunes, se obtiene un beneficio de 4 dólares en la mejora de la salud y la productividad.

Los riesgos para la salud mental incluyen:

  • Políticas de salud y seguridad inadecuadas.
  • Prácticas deficientes de comunicación y gestión.
  • Participación limitada en la adopción de decisiones o escaso control sobre la propia esfera de trabajo.
  • Bajos niveles de apoyo a los empleados.
  • Horarios de trabajo inflexibles.
  • Tareas u objetivos organizativos poco claros.

Crear un lugar de trabajo saludable

Un lugar de trabajo saludable puede describirse como aquel en el que los trabajadores y los directivos contribuyen activamente al entorno laboral promoviendo y protegiendo la salud, la seguridad y el bienestar de todos los empleados.

  • Proteger la salud mental reduciendo los factores de riesgo relacionados con el trabajo.
  • Promover la salud mental desarrollando los aspectos positivos del trabajo y los puntos fuertes de los empleados.
  • Abordar los problemas de salud mental independientemente de la causa.

Sobre esta base, una guía del Foro Económico Mundial destaca las medidas que pueden adoptar las organizaciones para crear un lugar de trabajo saludable, entre ellas:

  • Concienciación del entorno laboral y cómo puede adaptarse para promover una mejor salud mental para los diferentes empleados.
  • Aprendizaje de las motivaciones de los dirigentes de las organizaciones y de los empleados que han tomado medidas.
  • No reinventar las ruedas siendo conscientes de lo que han hecho otras empresas que han tomado medidas.
  • Comprendiendo las oportunidades y necesidades de cada empleado, ayudando a desarrollar mejores políticas para la salud mental en el lugar de trabajo.
  • Concienciación de las fuentes de apoyo y dónde la gente puede encontrar ayuda.