Cuando interrumpes a un cliente, entonces probablemente has perdido la paciencia. Cuando tu lenguaje corporal y tu expresión facial se vuelven rígidos, entonces probablemente has perdido la paciencia. Y cuando te enfadas con un cliente, entonces definitivamente has perdido la paciencia.
Tener las habilidades de servicio al cliente adecuadas es necesario para el éxito de cualquier empresa o negocio.
Ya sea en la venta al por menor o al mayor, siempre es importante tener excelentes habilidades de servicio al cliente. Es importante aprender a tratar eficazmente a los clientes, asegurar la máxima satisfacción del cliente, así cómo comunicarte eficazmente con ellos dentro de tu organización. De igual manera es necesario desarrollar habilidades interpersonales para ayudar a tratar con clientes difíciles e iracundos.
Ser paciente es una habilidad importante de servicio al cliente, especialmente cuando se trata de clientes enfadados o irritados. La paciencia también es importante para la empresa en su conjunto, ya que le ayuda a comprender mucho mejor las preocupaciones y problemas de los clientes, lo que permite a la empresa mejorar sus servicios.
Ser paciente te ayuda a entender lo que quiere un cliente y cómo proporcionarle un servicio competente, en lugar de simplemente apresurarlo a salir por la puerta.
La paciencia es crucial para los profesionales del servicio al cliente. Después de todo, los clientes que acuden al soporte están a menudo confundidos y frustrados. Ser escuchado y manejado con paciencia ayuda mucho a los clientes a sentir que vas a aliviar sus frustraciones actuales.
Pero la paciencia entre los equipos de atención al cliente también es importante para el negocio en general, porque un gran servicio es mejor que un servicio rápido en todo momento. No basta con cerrar las interacciones con los clientes lo más rápido posible. Tienes que estar dispuesto a tomarte el tiempo para escuchar y entender completamente los problemas y necesidades de cada cliente.
Si tratas con los clientes a diario, asegúrate de ser paciente cuando vengan a ti perplejos y frustrados, pero también asegúrate de tomarte el tiempo necesario para averiguar lo que realmente necesitan.
Estrategias para controlar su paciencia:
- Respirar
Cuando los clientes se vuelven difíciles de tratar, nos volvemos rígidos y nos olvidamos de respirar, posiblemente agravando una situación ya mala. Inspiren profundamente y exhalen. Calmadamente, sin ruido exagerado. La respiración nutre nuestro cerebro y nos calma, permitiéndonos concentrarnos mejor.
- Concentrarse
Pongan toda su atención en lo que el cliente necesita, no en cómo el cliente nos está entregando su mensaje. La concentración ofrece claridad de pensamiento, permitiéndonos escuchar atentamente para ofrecer un gran servicio.
- Escuchar
En pocas palabras, escuchen. No empiece a formular respuestas o soluciones hasta que su cliente le haya contado su historia. Escuchar atentamente nos permite entender completamente las necesidades de nuestros clientes. Una vez más, concéntrese en el contenido y no en la entrega.
- Entregar
Una vez que haga el esfuerzo consciente de respirar, concentrarse y escuchar, entonces estará mejor equipado para ofrecer un servicio excepcional. No importa quién sea el cliente o cómo nos haya presentado un problema, la meta siempre es hacer una diferencia en las vidas de las personas a las que servimos. Una vez que rompes con todos los ruidos externos que vienen con el trato con los clientes, especialmente aquellos que están furiosos, entrega el mejor servicio al cliente posible.
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