Uno de los retos de la pandemia por la que atraviesa el mundo es la adaptación de los modelos educativos a formatos en línea.
Por eso aquí queremos mostrarte 3 tips para que puedas aprovechar tu formación en línea.
Proactivo vs. Reactivo
En el contexto del eLearning corporativo, el enfoque proactivo consiste en dar el primer paso.
Se refiere al deseo de un aprendiz de buscar información.
Quieren adquirir conocimientos de forma activa, por lo que buscan material relevante.
Este interés los mantendrá más involucrados en su entrenamiento en línea.
Aumentará la retención y mejorará el rendimiento general, lo que conduce a un mejor retorno de la inversión.
Por otro lado, el aprendizaje reactivo viene después del hecho.
Es un aprendizaje impulsado por la necesidad.
Los programas de entrenamiento reactivo son una respuesta a una situación dada.
Por ejemplo, el entrenamiento de cumplimiento en línea es una forma de aprendizaje reactivo porque está impulsado por la regulación.
Tu equipo sólo se educa para evitar multas y mantener su capacidad legal para trabajar.
Puede que no estén interesados en el contenido en absoluto. En la práctica, un ejemplo de aprendizaje proactivo es adquirir un nuevo idioma. Podrías aprender francés o español porque sabes que te hace más empleable.
Por otro lado, puede que oigas que tu oficina está abriendo una nueva sucursal en España o Francia. Podrías inscribirte en un curso de idiomas para aumentar tus posibilidades de conseguir un empleo. Eso es reactivo.
Reconocimiento en público
El conocimiento nunca se retiene si no se respalda con actualizaciones periódicas.
El diseño de experiencias de eLearning para estudiantes adultos requiere una estrategia basada en incentivos que los recompense por sus esfuerzos, en lugar de avergonzarlos públicamente por respuestas incorrectas o por no haber completado el curso de capacitación en línea en el tiempo asignado.
La importancia de contextualizar
Otro elemento del pensamiento reactivo es que es momentáneo.
Puede que encuentres una nueva palabra en un artículo y busques su definición en Google.
Lo más probable es que ahora entiendas el artículo, pero cinco minutos después, te olvidarás de la palabra.
Si la volvieras a ver al día siguiente, tendrías que buscarla. Pero si tomas una decisión activa para mejorar tu vocabulario, tu enfoque será diferente.
Podrías elegir una nueva palabra cada día y usarla activamente en el curso de la conversación.
Esto afianza tu nueva palabra en tu mente. Haz esto todos los días y para cuando se acabe la semana, tendrás un arsenal de palabras nuevas. Mejora tu comunicación.
El pensamiento reactivo a menudo se basa en hechos porque puede no tener contexto.
Se centra en lograr un objetivo específico que a menudo es a corto plazo. El pensamiento proactivo está basado en el conocimiento.
Puede ayudar a los alumnos de las empresas a adoptar este enfoque inculcando un valor real en el contenido de su formación en línea, de modo que les proporcione un conocimiento contextual que puedan utilizar en su vida cotidiana.
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